Tener conversaciones de dinero puede ser muy productivo, ya que podemos compartir con confianza todas las emociones que se generan entorno a las finanzas.
– Que hablar de dinero no sea tabú: llegar a una conversación que no genere incomodidad. Cuanto mas hablemos de finanzas mas normal serán este tipo de conversaciones.
– Saber pedir ayuda: muchas veces detrás de gastos hay deudas abusivas.
Es por este motivo que hablar de dinero puede llevar a hablar de un problema financiero.
Compartir nuestros problemas financieros puede traernos alivio y búsqueda de soluciones.
– Fijar objetivos financieros: como viajes, proyectos, fiestas.
Estos objetivos afianzarán la amistad y generará la sensación de logros en conjunto.
– Ojo con las inversiones de nuestros amigos/as: muchas veces nos incentivan a empezar a invertir pero las inversiones de ellos no tienen nada que ver con las nuestras. Pueden tener distintas necesidades, experiencias, objetivos y tiempos.
– Consulten a idóneos: nuestros amigos/as no se especializan en las inversiones. Más allá de un consejo que nos puede servir de ellos, lo mejor es pedir una recomendación a un idóneo en el mercado de capitales.
-Compartir buenas prácticas financieras: desde el manejo del dinero, planificación de objetivos hasta dónde y quién nos asesora en las inversiones.