Desde la teoría, muchas veces como compradores somos racionales: nos gusta buscar precios, comparar y analizar. Pero ante un “hot sale”, que sabemos que inflan los precios semanas antes para después mostrar un descuento, salimos corriendo a ver y hasta terminamos comprando alguna cosa que no necesitábamos.
Esta misma situación la estuve observando en el mercado de capitales los últimos 3 meses. Ante la baja significativas de las acciones de grandes compañías mundiales, producto de un contexto con conflicto bélico, inflación mundial, conflicto comercial Usa-China, Covid; muchos inversores pasaron a replantear sus carteras.
Luego del cambio de tendencia de las últimas 3 ruedas (que no significa nada), volvieron a mirar el mercado para comprar nuevamente, por el apetito generado por la nueva alza.
A caso ¿no era racional analizar el precio de las acciones de grandes empresas que habían caído y aprovechar ese verdadero “hot sale”?
Hace una semana, en dólares teníamos esta diferencia con respecto a máximos del 2021:
-20% Apple, -40% Amazon, -27% Google, -48% Facebook, -25% Microsoft, -46% Disney, -37% Intel.
¿Analizan realmente las inversiones o se dejan llevar por las tendencias y emociones que se generan?
Es muy importante que hoy te replantees que objetivos buscas para cada activo.
Si, por ejemplo, el objetivo es el retiro o “independencia financiera”; el contexto de hoy : ¿Afecta a ese objetivo de 10, 15 o 20 años?.
Si el objetivo son las vacaciones de verano: ¿No te parece que vas a estar con incertidumbre si invertiste en acciones?.
El mensaje que les quiero dejar es que no se dejen llevar por las tendencias, sean racionales, analicen los fundamentos de las empresas, estudien, y tengan bien en claro el “propósito” de sus inversiones: ¿cuáles son los objetivos, el perfil de riesgo, cuánto están dispuesto a ganar/perder y en cuánto tiempo?.